Mi pregunta es ¿si ha nacido para mantener la armonía entre sus integrantes?, es decir, todos, ¿cómo es posible que en el siglo XXI siga habiendo tanta injusticia?, injusticia a nivel social, de sexos, de países, de educación, de trabajo, de sanidad, de racismo, de credos, de culturas, de etnias… y un sinfín más.
En este momento de la Historia de la Humanidad estamos sumidos en una gran crisis social que abarca todo el conjunto de la Historia del ser Humano, miseria, éxodo, guerras, totalitarismos, personas en el poder que se creen, dioses para quitar la vida a personas solo por tener diferentes formas de pensar o encarcelarlas u otras atrocidades que son el pan de cada día.
Según mi opinión, La Justicia debe prevalecer como un valor supremo para que pueda ser dictaminado por personas con un alto nivel de Humanidad y debe ser otorgado por jueces, gobiernos, financieros, políticos, religiosos y, por supuesto, por ciudadanos. Este valor supremo debe ser utilizado correctamente y a favor de todos, no favoreciendo a unos cuantos y perjudicando a la gran mayoría.
La Justicia es como una gran Cantera de donde se saca todas las piedras que sirven para múltiples funciones, construcción de casas, carreteras, puentes, escolleras, esculturas… por lo que es importante que la materia prima, es decir, la piedra, la justicia, esté saneada y en perfectas condiciones para su utilización.
¿Qué provoca la injusticia?
La injusticia provoca insatisfacción, ya sea de índole material, emocional, mental o religioso.
La justicia en sí es un valor único para mantener la armonía según su definición; armonía que en estos momentos está ausente de la Humanidad y es lo que provoca la discordia en el mundo.
La insatisfacción, la desesperación, el engaño, la falta de respeto y dignidad, el miedo a no tener que comer ni dar de comer a nuestros hijos tienen consecuencias graves y estas emociones nos llevan a la violencia, nos empujan hacia relaciones de fuerzas contra el gobierno, contra las personas no afines a nuestros credos, color o raza, contra los políticos o instituciones; la insatisfacción nos lleva a una huelga general con consecuencias negativas y muy graves para todos.
La Justicia es sinónimo de paz, de respeto, de dignidad y estos valores se pierden si no estamos en armonía, si las instituciones, los políticos, los gobiernos, los líderes no son respetuosos, leales con los ciudadanos, sean quienes, sean etnias, hombres o mujeres, homosexuales, blanco o negro, musulmán, católico, judío o de Zaratustra.
El dinero es goloso y se pega como un imán, pero el poder malentendido, egoísta y perpetuo es aniquilador; las personas débiles que han cambiado su ideología, sus principios, sus valores por el poder, por el sillón, se sienten cada vez más poderosas y fuertes, pero en realidad no son ellas las poderosas son los poderes que se han conferido así mismas con muy graves consecuencias para los demás, no cito ejemplos, ya que todos conocemos las consecuencias de países totalitarios aunque muchos de ellos están etiquetados bajo otro nombre, o de corrupción o de llevar al abismo a sus ciudadanos.
Hay que ser valientes y vigilantes para no caer en la vanidad que siempre quiere salir victoriosa.
La justicia es humilde, es respetuosa, es pacífica, es digna, es fuerte y es sabia, cualidades que son opuestas al poder sin mesura, al poder por la fuerza, al poder donde no hay valores humanos, donde el respeto y la dignidad se han olvidado y como consecuencias tenemos a una gran mayoría de la humanidad sumida en la miseria y en la pobreza, bajo condiciones infrahumanas, aun así, no nos equivoquemos, a esas personas que tienen el poder, a ellos, esto no les importa.
¿Cómo podemos buscar soluciones a la injusticia?
Según mi opinión, solo se podrán solucionar los problemas si hacemos las cosas correctamente, como decía Gandhi «NO HAY CAMINOS PARA LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO», los políticos deben ser honestos y leales a las personas que los han elegido, castigar la corrupción sean quien sea el responsable, rey o lacayo; buscar soluciones sociales, no malgastar el dinero por consumismos absurdo que solo nos llevan al endeudamiento en beneficio de unos pocos, cambiar el consumismo por valores de respeto hacia el medioambiente, no seguir malgastando las energías ni los recursos naturales, utilizar energías renovables, incentivar a instituciones que trabajen por ayudar a la naturaleza para no seguir destruyéndola, no seguir contaminando el planeta, y a los dirigentes que aceptan que sus ciudadanos vivan bajo el umbral de la pobreza que se les retire inmediatamente del mando, las riquezas naturales de los países también deberían ser compartidas con el pueblo y así tener trabajos en condiciones, salarios dignos, sanidad, educación para que pueblo progrese. Parece una quimera, una utopía, pero los sueños se pueden realizar si nos esforzamos en trabajar y en luchar por lo que creemos.
Buscar alternativas en las ciudades para dejar de utilizar tantos coches, poner más servicio público, los supermercados, guardar la comida y en lugar de tirarla, hacerla llegar a miles de personas que la necesitan, en definitiva, desarrollar nuestra Humanidad para el bien de todos.
Los gobernantes no deben estar en el poder más de 8 años para que así no se sientan cómodos en su sillón de oro y puedan hacer y deshacer a su antojo. Deben rotar para ser conscientes de sus errores e ir aprendiendo para poder solucionarlos.
Todos somos responsables de nuestro mundo y a todos nos reviene nuestra parte de responsabilidad de ser ciudadanos del mundo y ser las voces de las personas que no pueden hablar porque no se les permite.
La Justicia está unida a la paz, al amor y al respeto, desarrollemos nuestra Humanidad para que todos podamos gozar de una vida mejor. No se puede seguir permitiendo que la avaricia, la ceguera del poder mate y siga matando a tantos miles de seres humanos. De la misma forma que cuando acabó la Segunda Guerra Mundial se crearon las Naciones Unidas, ahora es el momento de crear las NACIONES UNIDAS POR LA PAZ Y LA JUSTICIA (NUPYJ).
Sin Justicia ni Paz no podrá sobrevivir la Humanidad porque no habrá libertad ni progreso.