Ideas que bailan

Ideas que bailan

¿Cómo se puede romper la voz del viento? ¿Cómo se pueden sentir tus manos sin caricias?

¿Cómo se puede crear una idea que proviene del alma? ¿Cómo dar vida a esas ideas que bailan?

Preguntas que nacen con el alba,

descansan con la luna

para que los sueños les den vida

y al despuntar el nuevo día,

mi ser pueda recordar

las formas de las ideas que bailan.

Soy una cometa

que vuela con el viento,

bailando al compás del silencio,

asciendo, asciendo, asciendo,

hasta que alguna cuerda invisible

me enrosca y me quedo atrapada.

Con el tiempo,

el viento hará que vuelva a volar

llevando mis deseos y plegarias

a ese océano invisible

donde habitan las brillantes estrellas,

lugar de residencia de las almas

que me miran desde el balcón del universo,

sonriendo y haciéndome sentir

que nunca estoy sola.

Imaginación, sensación, percepción,

son necesarias para ver

esas cuerdas invisibles que me atan

y así poder librarme de cadenas de apariencias

que solo me llevan a enroscarme

en mi propia miseria.

Esas preguntas ahora tienen respuestas

porque se han entrelazado

con las notas musicales universales

que hacen que mis ideas bailen.

Mi clave de sol dio origen a la partitura de la vida alegre y triste, de tonos ascendentes y descendentes, de espacios silenciosos y ruidosos, sinfonía armónica donde mis ideas bailan la danza del cosmos y

yo soy el director de orquesta.

(Dibujo del libro, «La Sabiduría de las Palabras»)