Mi viejo manto raído y cubierto de polvo de tantos caminos recorridos, compañero de timón entre olas amargas en un mar bravío que empuja hacia la orilla pesares y despojos, me acompaña como mi sombra a través de la historia.
En un minúsculo vergel entre dunas infinitas que invitan al espejismo, caí rendido bajo el abrazo de una palmera. Cansado de tanta cacofonía mental, de pensamientos que me hacen tambalear y sentimientos que me envuelven en una bruma de dolor…, decidí descansar e ir al encuentro del silencio.
Las Memorias del Mundo
Mi viejo manto raído y cubierto de polvo de tantos caminos recorridos, compañero de timón entre olas amargas en un mar bravío que empuja hacia la orilla pesares y despojos, me acompaña como mi sombra a través de la historia.
En un minúsculo vergel entre dunas infinitas que invitan al espejismo, caí rendido bajo el abrazo de una palmera. Cansado de tanta cacofonía mental, de pensamientos que me hacen tambalear y sentimientos que me envuelven en una bruma de dolor…, decidí descansar e ir al encuentro del silencio.
— “Las almas cansadas y heridas solo se curan con el perdón que besa sus heridas, igual que las olas acarician la orilla. Si el alma de la humanidad se ahoga, el alma del mundo está en grave peligro”.
Palabras que me sobresaltaron, deslumbrado de tanta luz, tal vez, un espejismo, vi a un hombre atemporal cuya cara era surcos de ríos y sus ojos un lago de montaña.
— “Llevas toda tu vida buscando el Saber, cruzando desiertos de sal y arena que te han llevado otra vez, hasta este vergel solitario, punto de tu partida. Olvidaste quién es ese que ama, llora, piensa, siente… tu olvido ha bañado tu alma de nostalgia. La conciencia y el conocimiento no deben morir, sino ser despertados”.
En ese momento mi soledad se convirtió en pleamar, destello de plenitud y comprensión.
Sus ojos profundos escudriñaban mi alma que se abrió como una flor al sol. “Siento nostalgia del canto de mi alma. Mi alma está cansada de tantos tropiezos y caídas, ya no tengo fuerzas para levantarme” me lamentaba. Su mano me extendió y en ella vi la cuerda lanzada que, a lo largo de mi viaje, siempre me ha ayudado a salir de pozo de mi soledad.
— “Una lágrima puede elevar el alma, pero un lamento puede resquebrajar tu ser. La verdad duele porque nos hace crecer”. Con tus lamentaciones y el olvido de quién eres has dejado de oír Las Memorias del Mundo.
Estas palabras me hicieron vibrar porque estaban inscritas en mi alma.
— “Memoria es recordar algo que ya sabes… las Memorias del Mundo nos invitan a todos a RE-CORDAR nuestra alma que se encuentra entre el cosmos interior y el cosmos universal. Las Memorias del Mundo son esos hilos invisibles de Amor que a través de los tiempos algunos seres humanos han tejido para que otros puedan recuperar esa Sabiduría y entregar alegría y amor a las almas de tantas personas que sufren de su ausencia y sienten nostalgia de algo que ellos mismos aún ignoran”.
— “Para recordar hace falta vivir y respirar en consciencia, y, esto nos une a la realidad divina que no es otra cosa que reencontrarse con nosotros mismos. Muchos buscan en el exterior, en el cielo, en edificios, en libros… y se pierden buscando porque no buscan en el lugar correcto que es su interior”.
— “Hay que recordar para que los corazones no se petrifiquen. Hay que hablar el lenguaje de la humanidad, que es la paz del corazón, palabras profundas porque son el lenguaje del alma. Lenguaje que no se olvida en la distancia ni en el tiempo”.
— “En el silencio oímos las enseñanzas de personas que han trazado su camino caminando por el sendero de la paz. El ser humano tiene un objetivo y es ser feliz, pero lo ha olvidado al sumergirse en el pozo del olvido y del materialismo. El planeta evoluciona y los seres humanos también. Hay personas que se dedican a intentar romper esta cadena de evolución, pero jamás lo lograrán. Es de suma importancia que cada ser humano ayude a los demás a través de la gratitud, de la amabilidad, de la generosidad, del conocimiento… solo así la evolución de la humanidad y del planeta se realizará”.
— “Recuerda que cuando miramos en el fondo de una mirada, a veces, vemos lo que otros nos han robado de la vida, dejando solo vacío y tristeza. Son personas muertas que no tienen ni siquiera a su sombra como compañera. Tu manto raído y cubierto de polvo de tantos desiertos y caminos recorridos te recordará tus derechos a la libertad y a la felicidad para vivir en un mundo en el que florezca la vida. No olvides que la serenidad y la paz se encuentran en las Memorias del Mundo, en el canto de tu alma”.
No sé si fue espejismo o sueño. Respirada la paz que el silencio del manto de las estrellas me ofrecía para reconfortar mi alma. Oí el susurro de las voces del desierto y me recordaron que el amor son lazos invisibles tejidos con Sabiduría que han dejado una huella en el alma de cada ser humano.
Comprendí que lo que para mí es sabiduría, para otros es locura… mi manto raído y cubierto de polvo de tantos caminos recorridos era testigo de que había regresado a casa.